La bandera que hoy ondea en el territorio español, es conocida como “la Rojigualda” y es el símbolo representativo de esa nación a nivel mundial.
Está constituida por tres franjas horizontales, la superior e inferior de color rojo y en la parte central, siendo el doble de tamaño de una de las anteriores, una franja de color amarillo. En la parte superior izquierda de esta franja central, luce el Escudo Nacional.
El diseño actual se basa en el mismo que se adoptó como pabellón naval el 28 de mayo de 1785. A partir de esta fecha solo ha habido modificaciones en el escudo, a excepción del período de 1931 a 1939, durante la Segunda República, que varió temporalmente sus colores.
Fue solo hasta el año 1843, bajo el reinado de Isabel II, que la bicolor es oficializada como la bandera oficial de España.
Su diseño actual es adoptado el 5 de octubre de 1981, con la última modificación en el escudo.
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A partir del siglo XVIII en manos del Rey estaba la determinación de las banderas. Ellos disponían a partir de entonces de la cantidad de banderas, de las dimensiones, los colores y símbolos.
Anteriormente eran los capitanes los que poseían las banderas y estandartes, por eso tenían diversos colores y divisiones. Lo único que tenían en común eran las Aspas de Borgoña, que constituyó un símbolo a partir de 1525, procedente de la batalla de Pavía.
Durante la dinastía de los borbones, el Rey Felipe V, instauró la bandera con el escudo de armas en el centro, sobre un fondo blanco (característica de la casa de Borbón).
La bandera de los otros reinos de esta dinastía, como Francia, Toscana, Sicilia, Nápoles, así como Gran Bretaña, también llevaban el fondo blanco, por lo que resultaba bastante difícil diferenciar una embarcación de otra, hasta que no estuviera cerca, pues solo se diferenciaban en el escudo.
Tampoco se podía determinar durante las batallas si la embarcación era aliada o enemiga a la hora de disparar hasta que no estuviese bien visible la insignia del centro.
En 1785, ocurre un incidente donde 2 navíos españoles son hundidos por los ingleses, aludiendo que fue una equivocación, pues los confundieron con los franceses, debido a la poca diferencia en las banderas.
Debido a este incidente, el Rey Carlos III impuso un único modelo de bandera con los tres colores actuales y un escudo en la franja central, por ser estos colores bien llamativos en el mar.
Es mediante el Real Decreto del 28 de mayo de 1785, que se procede oficialmente al cambio de bandera naval.
El hijo de Carlos III, el Rey Carlos IV, llevó esta bandera para que se usara también en el Ejército de Tierra.
Pero no es hasta la Guerra de Independencia española (1808-1814) que se logra la vinculación de estos colores con la cultura, religión y patrimonio histórico de la nación española, constituyendo de esta manera un símbolo de pertenencia para la Nación.
Por tal motivo, la reina Isabel II la declaró bandera nacional de España, mediante el Real Decreto del 13 de octubre de 1843 y se ordenó que fuera usada por todas las unidades militares españolas.
Aunque se popularizó el uso de la Rojigualda por esta fecha, solo fue hasta 1908 con el Real Decreto, que se dispuso que en los días de Fiesta nacional, ondeara en todos los edificios públicos la bandera española.
A partir de ese momento, se han mantenido sus colores hasta la actualidad, con excepción del período de la Segunda República (1931-1939), que se cambió la última franja de la bandera por el color morado, en homenaje a los comuneros de Castilla que se enfrentaron a Carlos I, siendo entonces tres franjas horizontales de igual tamaño y se incorporó un águila y el escudo de la monarquía católica.
Con excepción de este corto período se han mantenido hasta la actualidad el diseño de esta bandera, aunque ha habido variaciones del escudo. Tras la Guerra Civil, se volvió a usar la bandera bicolor, pero con el modelo de escudo aprobado el 11 de febrero de 1938. Más tarde se cambió el escudo por el modelo aprobado el 11 de octubre de 1945 y posteriormente el 21 de enero de 1977, hasta el escudo actual insertado el 1981.
El 5 de octubre de 1981 se produce la última modificación de la bandera y queda oficializado el diseño bicolor con el escudo coronado como bandera nacional.
El estandarte español actual consta de tres franjas horizontales, rojas las de los bordes superior e inferior y la central amarilla, siendo esta el doble del ancho de una de las rojas. El Escudo Nacional adorna la parte izquierda de la franja amarilla, y está ubicado a tres quintos del ancho de la bandera, en el medio de la franja amarilla.
Cada una de las partes de la bandera española encierra un gran significado en la vida y la cultura de los españoles. En ello es importante destacar sus colores y sus partes.
Se dice que el origen de los colores de la Rojigualda, tuvo como único objetivo el ser visible a larga distancia, para evitar ser confundidos en alta mar.
Sin embargo, existe otra teoría con relación al significado de los colores y es que el rojo representa la sangre derramada por lo españoles en sus conquistas y defensa de la nación y el color amarillo, refleja las riquezas obtenidas en esas conquistas, representando el color del oro.
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